miércoles, 3 de noviembre de 2010

primavera madrileña

El cambio climático ese que todos dicen ver, pero nadie sabe a ciencia cierta hacía dónde, nos ha regalado un otoño primaveral, por lo menos por los madriles. Tanto ha embaucado y tentado Zeus desde su trono celeste que un par de colegas y servidor decidimos pasar de todo y de todos y 'largarnos' a hacer una caminata por la sierra guadarrameña.

Fue fantástico y oxigenante!. Casi cuatro horitas de marcha por sendas al pie del Guadarrama, con 20 grados de temperatura, sin viento frío, acompañados por un emocionado hasky que se metía en toda cuanta charca encontraba. Hicimos una ruta circular surgida y sugerida desde la red http://www.andarines.com/guadarrama/ y nos lanzamos a la caminata esta vez no dominguera sino miercolera.

La excursión me ha dado que pensar si no deberíamos ser más flexibles con nuestras obligaciones laborales de forma que aprovechemos los regalos que nos hace la madre naturaleza. Porque está claro que disfrutar de un día como este tiene efectos secundarios positivos, resulta más efectivo que muchas terapias medicinales, reduce el estress, la ansiedad, fomenta el diálogo, las buenas sensaciones. En fin, evidentes ventajas.

Por supuesto, no se trata de abandonar el puesto de trabajo by the face y largarse, pero seguro que empresarios y trabajadores podían abrir algunas vías que faciliten el disfrute de estos días a cambio de otros. Es también una opción válida para retener el talento, implicar a los trabajadores. Si una empresa te dijera que con 48 horas -las previsiones meteorológicas lo hacen todo más fácil- puedes avisar de que te tomas el día libre o incluso que ese día el jefe ha previsto un nature and informal meeting rodeado de aire puro y buenas sensaciones, seguro que te parecería atractiva esa empresa para trabajar, no?.

La realidad es que trabajamos en exceso en las oficinas, locales, tiendas, en las que parece que si no estamos nosotros todo se va a venir abajo. Nada de eso. La formalidad tiene varias caras y en un mundo comercial marcado por las nuevas tecnologías nada impide avisar con el tiempo imprescindible a un proveedor, cliente, etc, que la reunión se traslada al día siguiente o se hace en medio de encinas, jaras, rodeados de olores atomillados. Seguro que es más provechosa!.

Espero que vayamos avanzando por ahí. Mientras tanto, sirvan estos comentarios para lanzar la idea y agitar esquemas demasiados previsibles y rígidos. :-)



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